miércoles, 22 de diciembre de 2010

Regalo de Navidad

Anoche encontramos inquilino!
Gracias Tata, que regalazo, ahora si que no tengo excusas para pasar la Navidad en paz, meditando, en armonia.
Noche de paz, noche de amor, todo duerme en deredor.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Pobre

Pobre blog. Lo tengo abandonado. Que sera?
Detras de cada silencio, de cada cosa que no hacemos, hay algo escondido.
Pero no se que se esconde aca.
O si se.
Si se entonces no esta escondido, lo estoy ocultando.
Si lo estoy ocultando es porque no lo quiero contar.
Si no lo quiero contar, para que carajo tengo un blog.
Para que escribir?
No se.
Si no se, entonces esta escondido.
Me parece que estoy un poco confundida.
Ya ni recuerdo para que empece este blog.
Mejor me callo y me voy a ver una pelicula.
Hasta cuando vuelva a escribir, si algun dia vuelvo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Llegó el invierno pero yo todavía sigo pensando en el verano

Hace tiempo que quería compartir estas fotos de nuestra huerta. Fueron sacadas al final del verano. Una de las cosas que me llevo de Vermont para siempre es esto. El amor a la huerta. Aquí aprendí a plantar y a cosechar mis propias verduras y a cocinar un montón de recetas riquísimas y originales con ellas. Hay algo muy satisfactorio en cultivar tus propios alimentos, una sensación de suficiencia, de capacidad de abastecimiento. Y además resulta muy terapéutico el asunto de sacar yuyos y cuidar cada planta, es como cambiar a un bebe, es como como cuidar al mundo.

Pero la realidad es que la huerta es ahora un recuerdo. Llego el invierno a Vermont. Todo se cosechó y la tierra está desnuda y fría, como sin vida. Todavía no tenemos nieve, solo algo de hielo. Porqué entonces sigo pesando en los días cálidos de verano, o en la brisa fresca del otoño? Porqué no me resigno y archivos las fotos en el disco externo?

Será que mañana me voy para Argentina y estoy anticipando el calorcito primaveral de las afueras de Buenos Aires?

Qué ganas de llegar, qué ganas de estar alla!! Quiero un asado violento. Quiero tomar mate hasta quedar verde. Comer empanadas hasta que mis dedos se enrieden cual repulge! Jugar con mis sobrinas, comer en familia, chusmear con amigas!

Las últimas 48 horas antes de viajar se tornan insoportables. La espera es eterna. El objetivo parece más inalcanzable con cada minuto que pasa. Falta terminar de preparar el bolso de mano, una vuelta más al lavarropas, ordenar la cocina (y aca estoy en vez de hacer eso), pasar esta noche, desayunar mañana, llevar a los chicos al cole, limpiar toda la casa, cerrarla, terminar de cargar el auto, recoger a los chicos, manejar 7 horas hasta el aeropuerto de New York, dejar el auto en un estacionamiento, despachar las mil y una valija, hacer el check-in, volar 11 horas y recién entonces, ni un minuto antes, cuando el avión aterrice y abra las puertas, me toca el momento. Ese primer paso en la manga sabiendo que estoy en suelo Argentino. Que llegué una vez más a casa. AAAAAAAHHHH, como dicen los gringos: "I can't wait!"










martes, 2 de noviembre de 2010

Cual hoja del otoño

La noticia es oficial. Nos vamos de Vermont.

Anoche les dijimos a los chicos. Sencillo, como son ellos. Papá consiguió un trabajo nuevo cerca de la casa de los abuelos en Philadelphia, y nos mudamos para alla pronto. Papá va a ir primero, después de viajar a Argentina, nosotros vamos después. Hubo algunas preguntas y comentarios, pero la noticia fue recibida con naturalidad y practicidad, tal cual como son los niños. Sin dramas ni complicaciones.

Quién pudiera ser niño toda la vida, no? O al menos conservar esa capacidad de no enroscarse, de disfrutar cada día como viene y por lo que vale, sin preocupaciones por el futuro ni nostalgias por el pasado. Obviamente, yo no. Pero estoy aprendiendo mucho de mis hijos. Dejo que ellos me guíen. Estos últimos meses fueron de mucha intensidad emocional (y laboral, un poco a mi pesar) y mirarlos a ellos jugar me salvó. Verlos apreciar cada instante genuinamente fue como prender una linterna en el medio de una calle oscura. En la boca del lobo. Gracias a ellos, tengo el horizonte claro. Mejor dicho, un poco más claro. Mi horizonte nunca está del todo claro.

No quiero dejar Vermont, no quiero alejarme de esta comunidad en la que invertí mi tiempo y mi corazón, en la que sembré paciencia y esperanza y coseché tantos amigos y colegas y experiencias únicas. No quiero irme de este lugar cuya filosofía adopté como propia, donde crecí como mujer y madre, donde sentí haber encontrado mi lugar en el mundo lejos de casa.
Pero aunque no es mi deseo, ni el resultado de mi búsqueda, si me voy con alegría y si siento que en parte, es mi decisión.

Es mi decisión porque yo tengo el poder de elegir seguir a mi compañero de vida. Es mi decisión porque sobre todas las otras cosas está hacer feliz al hombre que amo y está la felicidad misma de mi familia. Todos tenemos responsabilidad en cada cosa que nos pasa. Y nunca podría estar triste si todos ellos están bien. Mis amigos, mi carrera, mi comunidad, todo pierde significado si ellos no están felices. Es más, he masticado y rumiado este tema hasta el cansancio y ahora estoy contenta. Frente a tanta desgracia y maldad dispersa por el mundo es impensable no estar agradecida por una oportunidad de crecimiento.

Asique mis queridos lectores -- si es que hay alguien ahi todavía siguiendo este blog-- una nueva etapa se abre en mi vida. Y cual hojarasca seca que vuela sin rumbo con el viento otoñal, me dejo llevar con la certeza de que donde caiga me desintegraré solo para reintegrarme. Volveré a mezclarme en la tierra de un barrio nuevo, alimentaré las raíces de algún otro árbol en el invierno, renaceré verde en la próxima primavera y daré sombra en los veranos que vendrán.

Espero que me acompañes y vueles conmigo. Los amigos verdaderos nunca se pierden. Trillado, si, pero hay verdad en los lugares comunes.

Williston en el otoño, dificil de olvidar





El árbol frente a la puerta de mi casa, transformando sus hojas en este otoño.

martes, 5 de octubre de 2010

Otra de Montero

"De niños, estamos todos locos; esto es, todos estamos poseidos por una imaginación sin domesticar y vivimos en una zona crepuscular de la realidad en la que todo resulta posible. Educar a un niño supone limitar su campo visual, empequeñecer el mundo y darle una forma determinada, para que se adapte a las formas específicas de cada cultura."

La realidad no es más que una traducción reductora de la enormidad del mundo y el loco es aquel que no se acomoda a ese lenguaje.

De manera que crecer y adquirir la sensatez del ciudadano adulto implica de algún modo dejar de saber cosas y perder esa mirada múltiple, caleidoscópica y libre sobre la vida monumental, sobre esa vida total que es demasiado grande para poder manejarla..."

Rosa Montero
La loca de la casa
p. 176

jueves, 30 de septiembre de 2010

Tributo a Shelburne Farms

Estuve pensando en estos días que tengo que aprovechar mucho mi Vermont querido antes de que su encanto pase a ser un recuerdo del pasado.

Como algunos de uds. ya saben, en algunos meses nos mudaremos de Vermont. A marido le ofrecieron un trabajo en las afueras de la ciudad de Filadelfia y hacia alla partiremos no dentro de mucho a comenzar una nueva etapa.

Y por eso, antes de irme quiero repasar. Quiero repasar los lugares especiales y lindos de Vermont, como quien estudia los capítulos de un libro para un exámen con la ilusión de nunca olvidar el contenido aprendido. Quiero repasar para grabar en la memoria cada uno de los momentos vividos y para compartir mi sentir al dejar esta querencia.

Uno de estos sitios especiales es Shelburne Farms. Un lugar mágico, inmenso, lleno de paz y de naturaleza, de vida y misterio, de agua y tierra. He visitado el lugar en las cuatro estaciones y me cuesta decidir en cual de todas es más hermoso. Todos los años, al comenzar el otoño, se celebra aquí uno de los festivales mas pintorescos de Vermont, donde la comunidad se congrega para pasar un día compartiendo las tradiciones rurales, la cosecha de la temporada, la comida y la música típica del lugar.

Les presento fotos del Shelburne Farms Harvest Festival 2010 y de toda la gente amiga que me encontré ese día. Una verdadera celebración de la palabra comunidad. Te voy a hechar de menos Shelburne Farms.

Shelburne Farms vista desde el sulki en el que dimos una vuelta con los chicos

llueve sin agua

arte en el medio del bosque

llegando, miles de autos estacionados en el medio de los campos

aserrín aserrán, los maderos de Shelburne Farms




Cliff y Maria

Connie y Dominic

el candidato a gobernador Peter Shumlim
(los políticos nunca pierden oportunidad para hacer campaña)

Jeff, Bob y Pat

Roxana y marido

Oscar, Kari y baby

con Lori y Lynn

Lucy y sus hijas, Ella y Julia

Linda de Hands To Honduras

Marcela

Ruben, Estela, Ale y Bella

Megan de Shelburne Orchards

Kevin, Constancia y Lucia

Juan Pablo y Eduardo

Ursula y Florencia

Juanita querida

lunes, 20 de septiembre de 2010

2.2

Cuando uno esta medio caido y ni ganas de escribir tiene, no hay nada mejor que salir a correr.
Es gratis, es terapeutico, te mantiene en tu peso, te hace bien al corazon y por sobre todo, te da una sensacion de logro insuperable.

Ayer sali con un dia de otono soleado y temperatura perfecta y corri 2.2 millas por mi barrio. En kilometros es un poquito mas de tres. Nada del otro mundo, imaginate que los que corren maratones hacen 26 millas! Pero para mi fue el mundo en mis manos. Es la primera vez que paso las dos millas!

Altamente recomendado cuando el coco te explota. Probalo. Y ni te cuento si corres con varios grados bajo cero. Mira para reirte.

martes, 14 de septiembre de 2010

Hundido

El equilibrio no duro nada.
Todo, absolutamente todo, es esfimero. Nada es para siempre, ni el equilibrio, ni la felicidad, ni la casa en donde vivis, ni el lugar donde estas, nada. Todo puede desaparecer en un instante, sabias?
Asi se sienten los que viven en zona de guerra, me imagino. Pensando que manana tienen que levantar campamento porque una bomba les destruyo la casa.
Pero, no vivimos todos en zona de guerra aunque no exploten bombas sobre nuestras cabezas? Vivimos en guerra contra nuestras oportunidades, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos. La paz nunca se logra. Que utopia los que advocan por la paz del mundo, si ni siquiera se puede lograr la paz en uno mismo. Siempre hay un nuevo estallido de violencia. Siempre surge un remolino, un tsunami que se lleva todo lo que construiste. Una casa, una comunidad, una vida. Porque construis y porque te involucras, sera el secreto no meterse y asi no perdes nada?

Pero que es lo que te preocupas tanto?
Porque no podes disfrutar de lo que te regala la vida?
Porque tendes a mirar lo que perdes y no lo que podes ganar?
Maldita nostalgia tanguera que nos abruma con su tristeza languida de argentinas pasadas y nos deja ese sabor agrio, a pomelo sin azucar.
Porque el terror al cambio?
Es cobardia, es egoismo?

Hoy solo tengo preguntas, ni una respuesta.
Hoy solo tengo lagrimas frente al futuro, frente a la perdida del norte y el encuentro del sur.

Hoy no quiero ir. Quiero estar aca, en mi vida simple, mi presente lejano sin penas y con lo que a mi me sabe a gloria, la fortuna que puedo encontrar a distancia de bicicleta. Quiero caminar, correr, montar a caballo, en bicicleta, pero no manejar, ni volar en aviones. No mas maletas, ni viajes, ni mudanzas.

No quiero oportunidades. No quiero nuevos amigos. No quiero empezar otra vez. No quiero tener que buscar en un mapa para llegar a mi casa. No quiero discernir quien es de confianza. No quiero nada. Alguien entiende eso?

jueves, 9 de septiembre de 2010

De vuelta al cole y al equilibrio justo

Aca comparto algunas de las fotos que saqué para el diario durante el primer día de clases en la primaria pública de Williston, el pueblo donde yo vivo, el miércoles de la semana pasada.

Fue muy gracioso estar "on duty" durante, justamente, el primer día de primer grado de mi propio hijo! Pero por suerte pude combinar mis dos tareas preferidas - la de reportera y mamá - sin mayor conflicto. Durante el verano, definitivamente, no tuve esa suerte.






Durante los dos meses y medio de vacaciones estivales, con mis criaturitas dando vuelta por la casa todos los días, sin estructura ni responsabilidad más que la de jugar, correr, gritar, pelear y reir, mis tareas preferidas estuvieron constantemente en conflicto. Por cierto, no tenía pensado trabajar demasiado pero de algunas notas que me pidieron no pude escapar. Y no fue fácil, pero pasó. Recién ahora empiezo a sentir que regreso a ese punto de equilibrio, a ese lugar de armonía en el que trato de hospedarme el resto del año cuando mis bajitos pasan una parte importante del día en el cole (o en el jardín). Vamos a ver cuanto me dura, porque digna hija de mi padre, los estado de equilibrio me duran lo que un pedo en un canasto. Siempre hay algun viento que mueve mi carpa y se me desmorona el campamento entero nuevamente. Hasta entonces, disfrutemos del pacifico sol y juguemos en el bosque "mientras los lobitos no están."

Si queres ver más fotos del comienzo de clases en Williston y otras fotos que saco para el diario, podes acceder a los albumes que subi en mi página de Flickr. Los albumes están a la derecha de la página. :)

viernes, 3 de septiembre de 2010

La Loca de la Casa

"Y es que nuestros prejuicios nos encierran, nos achican la cabeza, nos idiotizan; y cuando estos prejuicios coinciden, como suele suceder, con la convencion mayoritaria, nos convierten el complices del abuso y la injustica..."
Rosa Montero
La Loca De La Casa
pag. 55

martes, 31 de agosto de 2010

Paren al mundo que me quiero bajar

Alguna vez te sentiste asi? Nos pasa a todos. Hoy me toca a mi. La tan famosa perdida del equilibrio. Tan famosa porque a mi me ocurre seguido.

Me quiero bajar. Quiero detenerme y mirar desde afuera. Como si mi vida fuera un cuadro colgado en un museo y yo fuera un turista que, relajadamente, observa la pintura y analiza o simplemente disfruta del arte.

Como hace uno para liberarse de las ataduras autoimpuestas?
Para detener la maquina productora de pensamientos innecesarios?
Para liberarse de los prejuicios y disfrutarde la escencia?
Para sacar una hoja en blanco y empezar de nuevo?
Para volver a enamorarse?
Para concentrarse en lo relevante? Que es lo relevante, si todo es relativo?

Hay una puerta que se abre pero no quiero ver que hay del otro lado. No quiero abrir. No quiero ver.

martes, 24 de agosto de 2010

A los tomatazos!

El domingo publiqué una nota en The Burlington Free Press que cubrí justo el día que mi vieja llegó de visita a Vermont. La nota se trata de la presentación de una chef local, Courtney Contos, sobre ideas y recetas para usar los muchos tomates y zucchinis que en esta época del año sobran en las huertas de Vermont.


Como tengo una huertita junto con mi cuñada y otra amiga en tierras donadas por un buen hombre de la comunidad, la idea me enganchó en seguida. Y ni les cuento cuando tuve que probar las recetas que la cocinerita preparó para los asistentes a su presentación. Hum... ríquisimas, re originales y fáciles. Las galletitas con chips de chocolate y zucchini rallado por ejemplo, no se podían creer!

Acá les dejo las recetas, algunas fotos y el link a la nota. Perdón que no traduje las recetas pero creo que son super fáciles de entender. Si alguien se anima a prepararlas, ahí me avisa.

Divino el delantal de cocina!

Las galletitas de chips de chocolate y zucchini rallado, exquisitas!

Puré de tomate casero, dulce e intenso

Alguien estaba concentradísimo...

Organic Tomato Paste - makes about 1 cup


INGREDIENTS

6 pounds organic tomatos

1/4 cup extra virgin olive oil, plus 2 tablespoons

sea salt to taste


DIRECTIONS

1. Preheat oven to 300 degrees. Chop the tomatoes, add the 1/4 cup olive oil, and place over high heat in a 12-inch skillet. Season lightly with sea salt and bring to a boil. Cook, stirring, until very soft, about 15 minutes.

2. Pass tomatoes through the finest plate of a food mill, leaving seeds and skins behind. Rub a rimmed 13-by-18 baking sheet with 2 tablespoons olive oil and spread tomato puree evenly over sheet. Bake, turning the puree over on itself occasionally with a spatula, until most of the water evaporates and the surface darkens, about 3 hours.

3. Reduce heat to 250 degrees and cook until thick and brick-colored, about 20–25 minutes. Store sealed in an airtight container in the refrigerator for up to one month, or freeze for up to six months.


Panzanella Salad - serves 4-6


INGREDIENTS

2 pounds ripe, juicy tomatoes, large dice

1/4 cup minced red onion

2 cloves pressed garlic

1/2 cup extra virgin olive oil

3-4 tablespoons fresh lemon juice

1/4 cup chopped fresh basil leaves

2 tablespoons chopped fresh mint (optional)

2 cups arugula (optional)

Sea salt and freshly ground black pepper to taste

Parmesan croutons

Parmesan, for shaving


DIRECTIONS

In a bowl, combine all the ingredients, leaving croutons for the end. Serve by itself, or divide two cups arugula among plates and top each serving with an equal amount of tomato mixture. Using a vegetable peeler, shave some Parmesan cheese on top.


Zucchini Chocolate Chip Cookies - original recipe from Barbara Kingsolver - makes about two dozen


INGREDIENTS


1 egg, beaten

1/2 cup butter, softened

1/2 cup brown sugar

1/3 cup honey

1 tablespoon vanilla extract

2 cups whole wheat pastry flour

1/2 teaspoon baking soda

1/4 teaspoon salt

1/4 teaspoon cinnamon

1/4 teaspoon nutmeg

1 cup finely shredded zucchini

10 ounces chocolate chips


DIRECTIONS:

1. Combine first five ingredients in one large mixing bowl. In a separate, small bowl, combine next five ingredients, then blend into the liquid ingredients in the first bowl. Stir in the zucchini and chocolate chips.

2. Drop spoonfuls onto a greased baking sheet, flatten with the back of a spoon and bake at 350 degrees for 12-15 minutes.

lunes, 9 de agosto de 2010

Padre Nuestro, que estás en el cielo

Hace un mes murió mi viejo. Al día siguiente, le escribí esta carta a mis hijos:



Queridos hijos,
Ayer nos dejó el abuelo Fernando, mi papá. Tenía 66 años y estaba enfermo de cáncer. Paradójicamente, ayer fue también mi cumpleaños. Cumplí 36.

Papá tuvo cáncer de cólon, se lo diagnosticaron hace menos de un año y lo operaron en Diciembre para sacarle el tumor, pero encontraron otros órganos comprometidos y dijeron que no le quedaba mucho tiempo de vida.

Fuimos en Diciembre los tres a visitarlo a Argentina. Estuvimos allá desde mediados de Diciembre hasta mediados de Enero. Lo visitamos mucho. Nico, vos especialmente me acompañaste varias veces a su casa en Merlo, como a una hora y cuarto en auto desde Manzanares, donde vive la abuela.

Pero mi viejo sufrió mucho más que esta enfermedad perra a lo largo de su vida. El abuelo sufría de un desequilibrio químico en el cerebro, le faltaba litio, y eso le provocaba depresiones y euforias pronunciadas que se producían en ciclos frecuentes y recurrentes. Su enfermedad se conoce con el nombre de trastorno bipolar o depresión maníaca.

Este fue el gran problema de su vida y por un tiempo lo fue de la mía vida también. De la mía, la de mi madre, mis hermanos, mi tía, mi abuela y todas las personas que se relacionaron de cerca y lo amaron. Por su enfermedad, el abuelo no pudo mantener muchas relaciones estables a lo largo de su vida e hizo cosas que tal vez no hubiera hecho de haber tenido salud mental. Nunca logró tener una vida tranquila, o tal vez si al final, pero en su juventud siempre estuvo exaltado y perdido entre los vaivenes de la euforia y la depresión. Y ni él ni ninguno de los que lo conocimos y lo tuvimos cerca supimos de su enfermedad por muchos, muchos años. Yo me enteré a los 17 años, si mal no recuerdo, y definitivamente no estaba preparada para hacer mucho al respecto. Estaba más bien abocada a definirme, formarme y encontrarme a mi misma en un mundo que no me había ofrecido un papá para crecer a su lado y yo nunca había sabido bien porque.

Cuando mis hermanos y yo fuimos grandes para entender, ya era un poco tarde para generar ese vínculo que otros padres e hijos generan en la temprana infancia. Por supuesto que para cada uno esta historia fue y es distinta, ya que cada uno lo vio desde su propio universo. Y mis experiencias no definen necesariamente la de vuestros tíos. Personalemente, cuando yo empecé a descubrir verdades, al principio no me importó mucho. "Qué culpa tenía yo de su enfermedad?", pensé. Luego me importó lo suficiente para ayudarlo y hacerme cargo de lo que podía. "Después de todo es mi viejo", pensé. Con los años y la madurez, lo fui comprendiendo cada vez más y juzgándolo cada vez menos. El tiempo me hizo entender que todos tenemos nuestras limitaciones y que cada uno vive la vida de la mejor manera posible con ellas. Hacia el final, cuando ya su muerte estaba anunciada, fue cuando me pude acercar más a él y cuando sentí por primera vez en mi vida que yo también tenía un papá como cualquier otra persona. "Te quiero mucho papi," pude decir.

Ojalá Nico guardes para siempre el recuerdo de él, ya que vos fuiste su primer y único nieto varón. El abuelo te miraba con una cara muy tierna, tratando de extender su silenciosa sabiduría y apoyarla en tus hombros para que cargues el legado de su apellido con el honor de un titán, del titán que él trató de ser- y fue. Cuando sus operaciones y sus últimos meses, nunca le escuché una queja de dolor y hasta el último día que pudo hablar preguntó por vos y por Lucía para asegurarse de que estuvieran bien. Nuestras conversaciones eran sobre uds. exclusivamente, como si fueran lo único que importaba en su vida. Se que le importaban sus otros hijos y nietas también, pero en nuestras conversaciones, nosotros éramos su mundo.

Y desde Diciembre que no mejoraba pero tampoco empeoraba, estaba como en una planicie, con algunas infecciones y malestares, pero ahi, como ilusionándonos con un milagro. Y de pronto, hace dos semanas se cayó de la cama durante la noche, dándose vuelta. Fue justo antes del partido de Argentina contra México, en octavos de final del mundial Sufádrica 2010. Y ahí fue en picada. No repuntó.

Dios le regaló un ángel en sus últimos años: Susana Pino. Ella lo acompañó, asistió, limpió, curó y amó como un verdadero ser alado. Me avisaron que entró en una etapa final el viernes, y por un momento pensé que podía pasar lo peor en el día de mi cumple. Y así fue. Pero en realidad, no fue lo peor.

Fue lo mejor, para celebrar mi cumple. Fue el irse a la paz, fue el dejar de sufrir, fue el rencontrarse con sus padres, fue el terminar una existencia tortuosa, todo en el mismo día en que hace 36 años yo llegaba a este mundo. Y el mismo día que su padre, mi abuelo, también cumplía años. Dudan que esto es un ciclo, un círculo, un ir y venir? No duden. Si algo aprendo de la muerte de mi viejo es que estos signos nos ayudan a entender el simple misterio de la vida: que nacemos y morimos de la misma manera, en un instante del infinito y fuimos y seremos parte de esa eternidad.

Hasta pronto abuelo, hasta pronto papá.

miércoles, 23 de junio de 2010

Pasen y vean en qué anduve estos últimos meses

Para ponerme al día con este blog -- no se de donde saqué la idea que me tengo que poner al día, pero asi lo siento -- decidí usar imágenes.

En una serie de cinco partes, que podría haber sido más larga, les MUESTRO lo que estuve haciendo en estos últimos meses. Además de cuidar a mis peques, que terminaron las clases y están a mi cargo todos los días de la semana -- y que conste en actas que se están portando super bien -- y de volver al Free Press en un puesto de medio tiempo laburando desde casa, anduve viajando, acampando, haciendo la huerta, disfrutando el verano, desconectándome del vicio del correo electrónico, siguiendo a la selección Argentina y el mundia y más que otra cosa, sacando fotos. Muchas fotos. De ahí que no me quedó tiempo ni ánimo de escribir. Pero las fotos lo cuentan todo.

Pasen y vean.

En que anduve, contado en fotos -- Parte I, Parte II, Parte III, Parte IV y Parte V.

Que lo disfruten tanto como lo disfruté yo!

En que anduve, contado en fotos -- Parte V

Este mes se casó mi cuñado y me relagó una lente nueva para mi cámara para poder sacarle las fotos en el casamiento. Aqui una breve muestra de las 700 y pico de fotos que saqué en lo que fue mi primer intento de fotografía en eventos, por llamarlo de alguna manera. Casi muero cuando vi los vitrales de la capilla de la Universidad de Virgina, en Charlottesville, fue todo un desafío porque, seamos honesto, de fotografía no se NADA.