martes, 14 de septiembre de 2010

Hundido

El equilibrio no duro nada.
Todo, absolutamente todo, es esfimero. Nada es para siempre, ni el equilibrio, ni la felicidad, ni la casa en donde vivis, ni el lugar donde estas, nada. Todo puede desaparecer en un instante, sabias?
Asi se sienten los que viven en zona de guerra, me imagino. Pensando que manana tienen que levantar campamento porque una bomba les destruyo la casa.
Pero, no vivimos todos en zona de guerra aunque no exploten bombas sobre nuestras cabezas? Vivimos en guerra contra nuestras oportunidades, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos. La paz nunca se logra. Que utopia los que advocan por la paz del mundo, si ni siquiera se puede lograr la paz en uno mismo. Siempre hay un nuevo estallido de violencia. Siempre surge un remolino, un tsunami que se lleva todo lo que construiste. Una casa, una comunidad, una vida. Porque construis y porque te involucras, sera el secreto no meterse y asi no perdes nada?

Pero que es lo que te preocupas tanto?
Porque no podes disfrutar de lo que te regala la vida?
Porque tendes a mirar lo que perdes y no lo que podes ganar?
Maldita nostalgia tanguera que nos abruma con su tristeza languida de argentinas pasadas y nos deja ese sabor agrio, a pomelo sin azucar.
Porque el terror al cambio?
Es cobardia, es egoismo?

Hoy solo tengo preguntas, ni una respuesta.
Hoy solo tengo lagrimas frente al futuro, frente a la perdida del norte y el encuentro del sur.

Hoy no quiero ir. Quiero estar aca, en mi vida simple, mi presente lejano sin penas y con lo que a mi me sabe a gloria, la fortuna que puedo encontrar a distancia de bicicleta. Quiero caminar, correr, montar a caballo, en bicicleta, pero no manejar, ni volar en aviones. No mas maletas, ni viajes, ni mudanzas.

No quiero oportunidades. No quiero nuevos amigos. No quiero empezar otra vez. No quiero tener que buscar en un mapa para llegar a mi casa. No quiero discernir quien es de confianza. No quiero nada. Alguien entiende eso?

3 comentarios:

M. Constanza (Connie) dijo...

Marianita amiga, hablemos!
te quiero mucho
besos

Irma Valeriano dijo...

Para un emigrante un cambio, un desarraigo, un desequilibrio, es un enemigo... nos costó tanto dejar una vida con su gente y su mundo atrás, que nos aferramos a la nueva vida que hemos construido. ¡Cualquier cosa menos otro cambio, otra mudanza, decimos! (excepto -tal vez- volver al lugar original). ¿Te entiende alguien? pregúntale a un emigrante y verás que sí, completamente.

Clara dijo...

entiendote tanto tanto ...

Pero el vaso siempre lleno Mariuchi , es decidir que le vaso siempre quede lleno!!!

Te adoro y estoy chochisima por que te voy a tener mas cerquita !

beso