martes, 20 de enero de 2009

LANACION.com

MIERCOLES 21 de Enero de 2009

Testimonios y fotos de lectores desde Washington
Usuarios de lanacion.com describen sus vivencias en un día histórico; imágenes desde el lugar que acapara la atención del mundo; envianos tu material



Enviado por Mariana Lamaison Sears

Escribo desde Williston, Vermont, pero originalmente soy de las afueras de Buenos Aires. Han pasado sólo unas horas de la inauguración de Obama como primer presidente afroamericano de los Estados Unidos y desde que me levanté que estoy prendida de la radio y leyendo las noticias por Internet, siguiendo paso a paso los eventos en Washington D.C.

Mientras tomaba mi café con leche y escuchaba la radio esta mañana, me cayeron unas lágrimas. ¿Puede la historia emocionarte hasta las lágrimas? Sí claro. Lo mismo me pasó el 19 de Marzo del 2003 cuando Bush declaró el comienzo de la guerra con Irak.

De los reportes que escuché por la radio me atrapó la historia de una mujer de 105 años que llegó hasta Washington para vivir este momento en vivo y en directo. Ella sufrió en carne propia la segregación y la discriminación racial. Ella no podía entrar al baño de ´Los Blancos´ ni tomar agua de los bebederos de ´Los Blancos´ hace 50 años atras. Hoy se acercó - o mejor dicho la acercaron - a ver el cambio con sus propios ojos.

Mientras, como no pude ir a DC, me fui con mis dos hijos (Nico y Lucía) a la biblioteca local para ver la inauguración y escuchar el discurso en vivo. Cuando Obama se dirigió a los líderes del mundo diciéndoles que serán recordados por lo que construyan y no lo que destruyan, me emocioné mucho. Ojalá nuestros líderes en Argentina escuchen estas palabras y ayuden a construirla y no destruirla. Tengo fe en Cobos, para mí es como el Obama de Argentina.

Hoy comienza una nueva era en Estados Unidos y en el mundo. Ojalá cada persona asuma la parte de la responsabilidad que le corresponde para que todos juntos logremos el cambio del que Obama habla. Hoy es un día que será recordado para siempre. Nuestros hijos y nietos van a leer los detalles de este momento en sus manuales de historia. Ser parte de este día aunque sea desde este pequeño pueblito de Vermont, me llena de emoción. Por primera vez hoy me siento parte de este país. Hace ocho años que vivo aquí, soy periodista, una persona involucrada en mi comunidad y ciudadana del país, pero nunca me sentí parte. Hoy levanto la bandera de esta gente y me siento uno de ellos.

Enviado por Cecilia Nast

Soy de Rosario y vivo en EEUU. Me emociona profundamente ver a una nación unida y emocionada por la asunción de su nuevo presidente. Me emociona profundamente ver al primer presidente afroamericano de los Estados Unidos de América, asumiendo su cargo con tanta fe y convicción de cambio. Este día lo dedico a la lucha del Sr. Martin Luther King quien a luchado hasta su ultimo aliento para que los afro americanos tengan su lugar en este país, para que sean respetados como seres humanos. También es digno de dedicar a personas como Rosa Parks y tantas otras personas que se hicieron respetar mas allá de las humillaciones. Lamento que estas personas ya no estén para ver este emocionante día, en que no sólo se festeja la asunción de un presidente, sino el día en que festejamos la igualdad en el mundo, la libertad y el respeto y adaptación al cambio. Toda la suerte y apoyo al Nuevo Presidente de Estados Unidos, y quisiera agradecerle la inspiración que nos brinda a todos demostrándonos que ¡SI SE PUEDE!

Enviado por Rocío Balestra
Somos 17 amigos de la Argentina, Chile, Panamá, Brasil y México muertos de frío en el Mall de Washington. Jóvenes abogados que trabajan en Washington y Nueva York en importantes estudios, un empresario argentino, una periodista, Los argentinos somos del interior del pais, como Corrientes y Azul, y también de la ciudad de Buenos Aires.

¡No saben la cantidad de gente que hay acampando para esperar que asuma Obama! Muchos están cubiertos con mantas y apretando los dientes del frio.

Las pantallas gigantes que pasan imágenes del recital del domingo reviven a la gente que se convence que hay esperanza

Es increíble cómo convirtieron a Obama en un rockstar. Hay souvenires de los que se les ocurra....muñequitos, platos, pósters de obama en traje de bano o esquiando que dicen: "Obama, un hombre para todos los tiempos"

"Yes we can" ¡Esto es increíble! Hace mucho frío pero la sensación de esperanza y de que se puede es una convicción. Todos murmuran: "El cambio llegó a Estados Unidos".

Enviado por Juan Cruz Monticelli

Con 11º F de sensación térmica (-11°C), hace mucho frío para ir a ver la ceremonia al Mall, así que María de los Angeles y yo optamos por verla desde el confort de nuestra casa en Maryland, junto a nuestros hijos Tomás (11 meses) y Sofía (2 años).

Enviado por Paula Arenea
El subte estásobrepasado. Es muy simpático ver como la gente se respeta igual y se piden perdón al empujarse sin querer. Para hacerme la interesante comenté que en mi país es todos los días así. Nadie me creyó. Antes de las 7, con temperatura bajo cero había una fila que no terminaba nunca para tomar el colectivo en el aeropuerto Dulles, que llega al subte que va al centro. Todo el mundo se ríe, saca fotos, filma y socializa. Han venido de todos lados del mundo. Va a ser un largo día pero a nadie le importa la incomodidad. Después de todo fueron demasiados años los esperados para vivir algo así.

Enviado por Ileana Schinder
Mi nombre es Ileana Schinder y vivo en Washington desde el 2002, pero nunca como estos días sentí la euforia -a pesar de los inconvenientes- de caminar por la ciudad sitiada por turistas, famosos y periodistas de todo el mundo.

El lunes fue feriado aquí, pero los arquitectos como yo trabajamos igual... Admito que no pude resistir el antojo de comprar una galletita con la leyenda "Obama, sacame de la cárcel!" que vendían en la panadería de abajo del estudio. El barrio de Georgetown donde trabajo y la ciudad entera parece haberse contagiado de obamamanía: carteles, vidrieras, ropa, autos... todo tiene un mensaje de optimismo e ilusión como no se ve desde hace mucho años.

Es cierto que Obama ya ha demostrado ser un buen ciudadano de Washington, otro rasgo de los tantos que va a distinguirlo del legado de Bush, que jamás se aventuraba por nuestras calles. Obama ya visito Ben´s Chili Bowl (mi restaurtant de Chili favorito) para deleitar un Half Smoke con el intendente Fenty; también jugo al básquet en el centro comunitario público de Adams Morgan y su mujer fue al cine de Chinatown con las niñas.

Nadie sabe cómo le va a ir. La expresión de deseo de éxito para él y para todos es imparable. Su asunción mañana va a romper todas las barreras históricas estadounidenses y mundiales. Y la gente lo sabe y no lo calla. Por eso voy a estar en el National Mall esperando con otro millón de personas, o quizás más. No va a importar el frío, ni la inconveniencia de la gente, ni caminar 8 kilómetros desde el barrio Capitol Hill hasta el Mall. Ya preparé la ropa, cargué la batería de la cámara de fotos y separé barras de cereal con una botella de plástico que compré durante la campaña.

La botella me costo cinco dólares, es azul y dice "Obama" en blanco, por esos días de campaña dura e interminable, el día de hoy era más un deseo que una realidad.

Que venga el mundo, que vengan los periodistas, que todos les cuenten a sus vecinos y a sus amigos que, por estos días, un hombre elegido por la gente, inspiró a una nación entera.

Enviado por Ana Matilde Pérez Katz
Desde Washington, les envío una foto que tomé en la víspera de la toma de posesión del nuevo presidente. La foto fue tomada en la entrada principal al Capitolio alrededor de las 18.

Enviado por Marcos Rizzo
Hola, escribo desde Washington. En el aire de esta ciudad se siente en el ambiente el aire de cambio de que algo embriagador, diferente, que no se sabe cómo va a ser, se está acercando a gran velocidad, la gente está como loca, los que votaron por Obama y los que no. Se ve que esto va a ser algo muy grande y que va a constatar un cambio.

Enviado por Ernesto Heming
Soy argentino, hace unos 10 años que vivo fuera del pais, y cinco que vivo en Washington.

Estuve el domingo en el recital que tocaron Bono, Shakira, Springsteen, Beyonce, Stevie Wonders y varios otros, y cerró con unas palabras de Barack Obama.

Había chicos subidos a los árboles, algo impensable normalmente en una cultura tan legalista como la estadounidense, pero la gente está distinta. Creo que además de las fotos es importante destacar el fenómeno que esta pasando acá, por un lado el momento histórico del primer presidente negro, pero por el otro la fuerte carga de emoción y esperanza que mucha gente ha puesto en este hombre.

Washington es una ciudad mediana de 600,000 personas, dos millones incluyendo el "gran Washington", en estos días hay mas de cinco millones, parando en cualquier lado, autos con patentes de lugares tan lejanos como Colorado. Hay mucha gente en la calle, y desde hace un tiempo se ha instaurado un raro fenómeno de amabilidad: todo el mundo está más amable. Extraños en el subte se saludan y dicen: "¿Viste el frio que hace?", con una sonrisa. Un interesante fenómeno sociológico.

Como argentino de más de 40, esto me hace recordar mucho (mucho) a la asunción de Alfonsín en 1983. Con gente parecida en la plaza: clase media, familias con bebes en cochecito, chicos subidos a los hombros de sus papás, remeras y banderas con consignas optimistas y todos con una gran sonrisa en la boca. Toda la gente muy tranquila, muy segura, con una gran esperanza

Enviado por Federico Alonso Barredo
Estuve por una escala el viernes pasado en el Aeropuerto de Washington durante unas horas y lo que puedo decirles es que de solo ver el aeropuerto te das cuenta que preparan una gran fiesta. Hay negocios de merchandising de Obama por todos lados y en nuestro vuelo (que venía desde Los Ángeles) casi todos los pasajeros iban a ver lo que ellos llaman el "Inauguration Day".

Todos tenían o una remera o un prendedor, ojotas, gorritos, bufandas, fotografías o lo que fuera de Obama, salvo nosotros claro, totalmente ajenos al tema. La cola del checkin en el aeropuerto de Los Angeles parecía mas la entrada a un recital de una estrella de rock que gente que iba a subirse a un avión. Eso realmente nos sorprendió mucho.

En nuestro vuelo venia un grupo de unos 20 estudiantes de Santa Mónica que iban a cubrir especialmente, como reporteros del diario escolar, el acto de asunción. Todos ellos, adolescentes de no más de 15 años.



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