Y estoy feliz de que hoy es domingo y se termina una semana apestosa.
Esta fue una de esas semanas en que hice cortocircuito con medio mundo. Una de esas semanas en que dio vuelta mucha energia negativa y no pude conectar bien con todo y todos los que me rodean. En otras palabras, mucho mal entendido, mucha discucion, mucho terremoto!
Pero hoy me trague una hora y media de yoga, sali a respirar aire puro y a mirar el lago, y ahora me voy a la cama en paz.
Juira bicho! Cucha semana olorosa! Mañana lunes otra vez. Semana nueva, vida nueva!
1 comentario:
Es la fiebre de la cabaña... pero la primavera está cerca y la pestilencia del encierro y la oscuridad desparecerán. ¡Ánimo!
Publicar un comentario