Tengo tantas ideas que van y vienen en mi cabeza estos dias. Y nada de concentracion para parar un minuto y bajarlas. Bajarlas de pensamiento a palabra, de palabra a papel (a blog mejor dicho!).
Estoy cansanda del mundo en estos dias. No te pasa?
Estoy cansanda de que las cosas no sean mas facil, aunque me encanten los desafios.
Estoy cansada de que me impongan, aunque me guste luchar por la libertad.
Estoy cansada de los malos entendidos y las enfermedades.
Estoy cansada de las vueltas, las palabras, los tajos en el corazon, la incertidumbre.
Estoy cansada de que nunca me alcance el tiempo para hacer el millar de cosas que quiero.
Y de querer hacer ese maldito millar de cosas.
Estoy cansada de no saber que quiero hacer en realidad. En la gran pantalla, no en el dia a dia.
Ir o quedarme. Volver o partir. Estudiar o trabajar. Viajar o tener hijos. O nada de eso.
Escribir o leer. Hablar o escuchar. Parar y bajar, o seguir sin pensar.
Y a la vez es esa duda constante la que me hace crecer.
Es desde esa nebulosa que se irradia mi luz.
Es de ese cansancio de donde saco mis energias.
Es cuando estoy mas cansada que salgo a correr.
Es de ese cansancio de donde saco la inspiracion, el tiempo y la paz.
Estoy cansada pero en paz.
Estoy en crisis pero feliz.
Estoy.
Y el rumbo no lo pierdo.
Ojala que te pase.
jueves, 19 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
Mi hijo le dio un beso a la maestra
Mi hijo le dio un beso a la maestra.
Fue el martes, a la salida de escuela.
La maestra se puso colorada por el inesperado acto de amor. Como si fuera una cosa extraordinaria que una criatura adore a su maestra en prescolar.
"He kissed me in the chick," me aclaro la joven docente, como si yo no lo hubiera visto, o como si en vez de un beso mi hijo le hubiera tocado el trasero.
En ese momento, la realidad de ser extranjera me pego en la cabeza con la fuerza de un ladrillo lanzado desde un avion.
Claro, recorde, aca nadie da besos. Esta mujer esta siendo invadida en su espacio personal. Y encima, en medio de una epidemia de gripe h1n1. De hecho, ese dia los alumnos habian sido vacunados contra la gripe.
Por otro lado, para mi hijo - acostumbrado en cierta manera a las demostraciones afectivas Argentinas - el hecho no revistio mayor importancia. Por suerte no se dio cuenta que, culturalmente hablando, se desubico. Me pregunto si en el futuro el podra ajustar sus sensibilidades culturales para sentirse comodo aca o alla, con o sin beso.
Fue el martes, a la salida de escuela.
La maestra se puso colorada por el inesperado acto de amor. Como si fuera una cosa extraordinaria que una criatura adore a su maestra en prescolar.
"He kissed me in the chick," me aclaro la joven docente, como si yo no lo hubiera visto, o como si en vez de un beso mi hijo le hubiera tocado el trasero.
En ese momento, la realidad de ser extranjera me pego en la cabeza con la fuerza de un ladrillo lanzado desde un avion.
Claro, recorde, aca nadie da besos. Esta mujer esta siendo invadida en su espacio personal. Y encima, en medio de una epidemia de gripe h1n1. De hecho, ese dia los alumnos habian sido vacunados contra la gripe.
Por otro lado, para mi hijo - acostumbrado en cierta manera a las demostraciones afectivas Argentinas - el hecho no revistio mayor importancia. Por suerte no se dio cuenta que, culturalmente hablando, se desubico. Me pregunto si en el futuro el podra ajustar sus sensibilidades culturales para sentirse comodo aca o alla, con o sin beso.
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